Reflexión Final: Yarieliz

 


Durante el curso de Historia de la Arquitectura I: La Inversión de lo Clásico viví una experiencia muy distinta a lo que normalmente se espera en una clase de historia. En lugar de largas clases teóricas, el curso se basó en el trabajo en grupo y en la creación semanal de entradas de blog. Al principio fue retador, pero con el tiempo me ayudó a ser más organizada y constante, ya que cada entrega requería investigación, coordinación y compromiso con mi equipo. Escribir los blogs me obligó a entender bien los temas para poder explicarlos de manera clara, lo que hizo que el aprendizaje se sintiera más activo y personal.


El rol del profesor fue más el de guía y lector crítico que el de expositor, y eso cambió por completo la dinámica del curso. Saber que nuestro trabajo iba a ser leído y evaluado me motivó a ir más allá de memorizar información y realmente comprender lo que estaba estudiando. Además, los blogs ayudaron a generar conversaciones entre las y los estudiantes, ya que leer los trabajos de otros grupos me sacó de una mentalidad cerrada o “one minded”. Escuchar y comprender diferentes opiniones me permitió ampliar mi perspectiva y aprender de los enfoques de mis compañeras y compañeros.


Al final, este curso me dejó mucho más que conocimientos sobre la historia de la arquitectura. Aprendí la importancia de justificar mis ideas, trabajar en equipo y comunicar conceptos de manera clara, tanto por escrito como de forma oral. También entendí que la historia no es solo teoría, sino una herramienta que puedo aplicar en mis diseños y en mi futura práctica profesional. Esta forma invertida de aprendizaje me ayudó a desarrollar una actitud más abierta, crítica y reflexiva, que sin duda seguiré aplicando a lo largo de mi carrera.


YARIELIZ RIVERA

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